En la Feria de 1914 llegó el primer vuelo a Almería

La Fiesta de la
aviación

ALEJANDO BUENDÍA – JUAN JOSÉ PLAZA / FOTOS: A.B. y J.P. / ALMERÍA

Ni el torero de Almería «Relampaguito», ni Juan Belmonte, pudieron hacer sombra en la feria de aquel año a Lucien Demazel. Ni las corridas de toros, ni el cinematógrafo público que se instaló en la calle Vilchez. Ni el tiro de pichón, ni la recepción de los trenes botijos, ni los conciertos de la banda municipal, ni el baile popular en el Campo de Regocijos. Ni las carreras de bicicletas ni la elevación de globos y fantoches en el paseo del Malecón. 

En el ir y venir de las gentes por el boulevard del Paseo del Príncipe, no se habló en aquellos días nada más que del aeroplano del intrépido Demazel. Todo el mundo miraba a los cielos azules de Almería en aquellos días de feria.

Desde que en 1910, Lucien Mamet volara por primera vez en España en el hipódromo de Barcelona, las fiestas de la aviación se sucedieron por todas las ciudades de España. Todas querían mostrar a sus vecinos aquellos prodigiosos inventos, aquellos aeroplanos pilotados por los más audaces héroes.

El primer avión que llegó a Almería en 1914.

 

El aparato se dispone a tomar tierra.

 Almería no podía ser menos que Granada o Málaga y aquel año la comisión de festejos contrató al piloto francés Demazel. Con su biplano biplaza construido por él mismo, Lucien recorría las ciudades españolas ofreciendo su espectáculo de acrobacias.

Como campo de aviación se acondicionó una explanada en la desembocadura del río Andarax.

El hombre volando como los pájaros, en Almería no se había visto nada semejante. Durante los dos días que duraron las exhibiciones, los vecinos acudieron en masa «La ciudad entera estuvo en el cauce del río Andarax sufriendo los rigores de un sol africano.»

Entre los almerienses, que tuvieron la suerte de acompañar a Demazel y recibir «el bautismo de vuelo», estuvieron el Presidente de la Comisión de Festejos Carlos Pérez Burillo, que voló sobre la ciudad, y el joven Luis Pardo que en un vuelo de adorno, arrojó ramos de flores sobre las señoras instaladas en la tribuna.

El día 26, Demazel acudió a la corrida de toros. A media tarde salió de la plaza sin decir nada. «Poco después volaba sobre ella a más de mil metros de altura, describiendo enormes espirales. El público aplaudió frenético al aviador… Llegó un momento en que el aviador con su aparato se lanzó a toda marcha sobre el circo, con tal valentía, con tal pericia, con precisión asombrosa, que las alas del biplano rozaron casi las crestas de la plaza de toros…»

Los periodistas de la Crónica Meridional, transmitieron el entusiasmo y la admiración de las gentes de Almería «Puede decirse que ha sido y continuará siendo la fiesta de la aviación el más lucido y completo festejo de nuestra feria»

«Decir las maravillas que hizo ayer con su aparato el joven Demazel, con virajes sorprendentes, espirales vistosos y cuanto puede demostrar el dominio absoluto de los aires, es cosa que no lo puede expresar la pluma.

«Demazel, rey y señor del aire entusiamó a Almería con sus soberbios vuelos.»

Todos pedían que regresara para la feria del próximo año. ¡Quién pudiera volar contigo!, le escribió una joven en las alas de su aeroplano.

«¡Que lástima que Almería sea tan chiquita y pobre y no pueda por tanto costear una escuela de aviación, donde nos enseñaran a todos a volar!»

Fuente

 

Dejar un comentario?

0 Comentarios.

Deje un comentario


NOTA - Puede usar estosHTML tags and attributes:
<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>